Caja mágica que escondes
lágrimas saladas desbordantes de ilusión y amargura, de miedos y anhelos, de
odio y amor. Lanzas miradas heladas y enamoras a los curiosos que se dejan acechar. Que mientes, que ríes, que ocultas y que enseñas a tu parecer. Tú que todo lo ves. Disfrazada de colores te muestras altiva, supuestamente frágil, aparentemente delicada. Soberbia sabedora de tu poder, eliges dónde miras y que quieres contemplar, sumiendo en la oscuridad a aquellos que han decidido dejar de ojear.
Ábreme tu ventana al alma, déjame entrar y robar tus secretos.